La historia de Hacienda Monasterio se entrelaza con la rica tradición vinícola de Ribera del Duero. Desde su fundación en 1990, esta bodega ha sido un faro de excelencia bajo la dirección de Peter Sisseck, quien llegó a la región con la visión de crear vinos excepcionales. Situada en una posición privilegiada entre Pesquera y Valbuena de Duero, la finca cuenta 108 hectáreas dedicadas al cultivo de la vid. Equipada con tecnología de vanguardia, la bodega consta de tres naves independientes, cada una equipada con control de temperatura y humedad para garantizar condiciones óptimas de vinificación y envejecimiento. En cuanto a la vinificación, Hacienda Monasterio adopta un enfoque meticuloso y respetuoso con la materia prima. La vendimia se realiza a mano, seguida de una selección rigurosa en las mesas de selección antes del despalillado. La fermentación se lleva a cabo con levaduras naturales, y el proceso de maceración se prolonga para obtener una extracción óptima de los taninos. La crianza se realiza en barricas de roble francés durante un mínimo de 12 meses, seguida de una clarificación con claras de huevo frescas para estabilizar el vino antes del embotellado. En cuanto a las variedades de uva, la Tinto Fino es la variedad principal, complementada por Cabernet Sauvignon, Merlot y Malbec. La viticultura se lleva a cabo de manera ecológica, respetando el equilibrio natural de la tierra y promoviendo la biodiversidad. Este enfoque riguroso en todas las etapas del proceso de elaboración del vino permite a Hacienda Monasterio producir vinos de excepcional calidad y carácter distintivo que reflejan la esencia misma de Ribera del Duero.
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