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Los vinos rosados de la Denominación de Origen Navarra son reconocidos por su color intenso y brillante, así como por su sabor fresco y afrutado. El clima privilegiado y los suelos de la región proporcionan un entorno ideal para el cultivo de uvas Garnacha y Tempranillo, que se utilizan en la elaboración de estos vinos.
En nariz, los vinos rosados de Navarra ofrecen aromas de frutas rojas como fresas, cerezas y frambuesas, con un toque de flores frescas. En boca, su sabor es suave y equilibrado, con una acidez refrescante y una sensación agradable en el paladar.
El proceso de elaboración de los vinos rosados D.O. Navarra es similar al de los vinos tintos, pero con algunas diferencias importantes. En primer lugar, se seleccionan las uvas Garnacha y Tempranillo, que son las variedades más utilizadas en la región para la elaboración de vinos rosados.
Una vez recolectadas las uvas, se realiza una maceración corta, de unas pocas horas, para extraer el color y los aromas de las pieles de las uvas. A continuación, se prensa la uva para separar el mosto del resto de los componentes.
El mosto obtenido se fermenta en depósitos de acero inoxidable o en barricas de roble a baja temperatura, para conservar los aromas y sabores frescos y frutales. El proceso de fermentación puede durar varias semanas, dependiendo de la temperatura y las condiciones ambientales.
Una vez terminada la fermentación, el vino se deja reposar durante algunos meses, para que los aromas y sabores se integren y se equilibren. Después de este proceso de maduración, el vino se embotella y se deja envejecer durante algunos meses más en la botella, antes de ser comercializado.