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Los espumosos pueden clasificarse en varias categorías según su período de envejecimiento y crianza, lo que afecta su complejidad y sabor.
Estos vinos espumosos se embotellan relativamente pronto después de la fermentación y tienen un corto período de crianza en bodega. Son frescos, afrutados y ligeros, ideales como aperitivos o para momentos informales.
Combina la frescura de los jóvenes con un breve período de crianza en bodega, agregando cierta complejidad sin perder su carácter frutal y chispeante.
Estos vinos han pasado un tiempo más largo en bodega antes de ser embotellados, lo que aporta mayor complejidad y profundidad de sabor. Pueden presentar notas de frutos secos y tostadas.
Son espumosos de alta calidad que han envejecido aún más tiempo en bodega, generalmente durante al menos tres años. Tienen una mayor complejidad y elegancia, con notas de frutos secos, tostadas y miel.
Estos vinos han sido envejecidos durante un período prolongado, a menudo más de cinco años, desarrollando una gran riqueza de sabores y aromas. Son excepcionales en complejidad y textura.
Representan la cima de la calidad en espumosos. Han pasado un extenso período de envejecimiento en bodega, a menudo más de siete años, y exhiben una gran profundidad y elegancia, con notas sofisticadas y refinadas.
Cada categoría ofrece una experiencia de degustación única y se adapta a diferentes ocasiones y preferencias. La elección depende de tus gustos personales y del tipo de evento en el que quieras disfrutarlos.