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La principal idea de los vinos biodinámicos era armonizar la relación entre universo animal, mineral y vegetal para que se autorregulen ellos solos. El método productivo de los vinos biodinámicos depende directamente del calendario lunar. Todo el trabajo que se hace en el campo debe evitar el uso de la maquinaria dando protagonismo a los animales de tiro.
El hecho de seguir al pie de la letra esta filosofía permite a los viticultores y las bodegas obtener la certificación Demeter que es la más valorada en este campo. Además, es estricta en todos los sentidos ya sea en el uso de azufre, levaduras o abonos. Los productores que hacen vinos biodinámicos desafían la mecanización y métodos productivistas de la revolución industrial.
Desde el momento en que el hombre empezó a cultivar la tierra por primera vez hemos utilizado compuestos naturales para el desarrollo de las plantas y observado el cielo para entender el avance de los trabajos agrícolas. Es una metodología que requiere dedicación y creencia, un gran desafío para todos los vinicultores. Todos ellos tratan de apreciar lo que la tierra nos da para no romper con la harmonía de la naturaleza.
Generalmente los vinos biodinámicos son más ricos con sabores más concentrados.Sus frutos se han optimizado durante su crecimiento por lo que su potencial de envejecimiento es mayor. Los vinos biodinámicos están más equilibrados, con aromas más complejos y delicados.
Por ahora, las bodegas de vinos elaborados con agricultura biodinámica que sobresalen son de Australia, España y Francia. Por ejemplo las Bodegas Dominio de Atauta, Celler Escoda Sanahuja, Descendientes de J.Palacios, Dominio de Pingus, Gramona, M.Chapoutier y Tournon.